Hace escasamente mes y medio, en plena reflexión post Semana Santa, nos encontramos con una exposición que nos dejo perplejos ante lo que esperábamos ver...
Entre algunas de nuestras inquietudes paralelas, se encuentra un afable interés hacia el arte, ya bien sea de la vertiente que sea, pero con una cierta fijación sin igual. En uno de los casos, es la corriente artística del Barroco, cosa habitual pues nos encontramos en su cuna. En otro de los casos, predilección por el arte contemporáneo; pero ambos conjugamos a la perfección nuestra manera de percibir y descifrar la simbología oculta del arte.
Luis Ortega brú, es uno de esos artistas que pertenece a ese círculo que tan solo unos privilegiados tienen el honor de ser clasificados como genios incomprendidos. Cosa que para nosotros y creemos que para los entendidos y expertos en materia, dota de una cierta maestría en la manera de trabajar y en la calidad de sus obras.
Por raro que parezca puesto que su especialización y dedicación era la escultura sacra , ajustada al más puro canon estético de la exageración barroca. Luis Ortega Brú, abre su poética escultura hacia un lenguaje universal, al alcance de muy pocos.
Como genio que catalogamos a este escultor san roqueño y como sucediera a lo largo de la historia, Luis Ortega Brú anexa a su biografía artística una vida algo turbia, nada fácil y comprendida ya que pudo sufrir signos de la represión en base a su condición de visionar el arte, ya que en su época y como venimos relatando Luis Ortega Brú es un genio abstracto, contemporáneo y moderno.
Enamorado de su San Roque natal y de Sevilla, donde adquiera inspiración y donde podemos encontrar algunas de sus mejores esculturas, Luis Ortega Brú se vé obligado a exiliarse y a ejercer su vocación en la sombra, siendo esta etapa de su vida la que a través de la muy bien comisionada exposición que albergó el Circulo Mercantil, y junto a sus descendentes familiares, se descubre su polifacética corriente artística, sin olvidarse de el amor que le procesaba a sus obras escultóricas.
Este genio incomprendido de connotaciones abstractas nos causó una fascinación dentro de nuestro interior, cautivando nuestros sentidos.
Desde la perspectiva que pudimos captar mediante nuestra visión lomográfica os dejamos con algunas imágenes ,que no os dejarán indiferentes.
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